Desde hace más de un año, Nokia no levanta cabeza y se ha confirmado lo que parecía evidente: ya no es el primer fabricante de móviles del mundo.
Hace una semana Samsung le arrebató el liderazgo y todo apunta a que el gigante finlandés va a tener que dar un giro a su modelo de negocio. Se espera que entre en el nicho de teléfonos baratos.
Esta iniciativa ya está siendo estudiada por la cúpula de la firma y colocaría a Nokia como un competidor directo de los gigantes chinos: ZTE y Huawei, que han sabido usar la táctica de los móviles low cost para colocarse en el top cinco de fabricantes mundiales
.
Esta tendencia de bajar precios ya la ha probado con el Nokia 103, un teléfono que lanzó a principios de abril a un precio de 21 dólares.
El fabricante finlandés, además, también quiere ampliar la capacidad de sus teléfonos para las redes sociales, como una mejor integración con Twitter y llevar Facebook al mundo árabe.
Gracias a ello, Nokia espera abrirse camino en los mercados emergentes, especialmente China, un mercado que le ha dado la espalda. Y es que, en el primer trimestre del año el volumen de ventas en la segunda potencia del mundo se ha desplomado nada menos que un 62%, casi tres veces más de lo que han caído en términos globales.
Hace una semana Samsung le arrebató el liderazgo y todo apunta a que el gigante finlandés va a tener que dar un giro a su modelo de negocio. Se espera que entre en el nicho de teléfonos baratos.
Esta iniciativa ya está siendo estudiada por la cúpula de la firma y colocaría a Nokia como un competidor directo de los gigantes chinos: ZTE y Huawei, que han sabido usar la táctica de los móviles low cost para colocarse en el top cinco de fabricantes mundiales
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Esta tendencia de bajar precios ya la ha probado con el Nokia 103, un teléfono que lanzó a principios de abril a un precio de 21 dólares.
El fabricante finlandés, además, también quiere ampliar la capacidad de sus teléfonos para las redes sociales, como una mejor integración con Twitter y llevar Facebook al mundo árabe.
Gracias a ello, Nokia espera abrirse camino en los mercados emergentes, especialmente China, un mercado que le ha dado la espalda. Y es que, en el primer trimestre del año el volumen de ventas en la segunda potencia del mundo se ha desplomado nada menos que un 62%, casi tres veces más de lo que han caído en términos globales.
